25 de mayo de 2012

Los Magos de la Noosfera 2020 [Relato Futurista] - Parte 18

Hoy toca vivir una gran aventura subiendo por el cilindro verde y ecosostenible del Observatorio Global Humano. Con tirolinas y túneles llenos de posibilidades.
Los Magos de la Noosfera 2020 (Parte 18)

Tras ver que la emergencia mundial esta en proceso de ser resuelta, siento el impulso vital de moverme con energía. Como para mover la tensión. Es un impulso que sube desde mi cuerpo, despertando mi pasión y mi creatividad. Y también veo como se alinea con mi voluntad más profunda. Salgo por la puerta de cristal de mi oficina hacia el jardín Zen de la primera planta. Allí saludo con la mirada a algunos amigos que se relajan con algunas actividades artísticas. Y desde este precioso rincón, accedo al gran cilindro verde que rodea todo el edificio.

Me encanta este ecosistema multifuncional que es el Observatorio Global Humano. Me maravilla este edificio futurista y ecosostenible. Y me apasiona ascender por los túneles y galerías verdes de su cilindro natural. Muchas de las construcciones actuales tienen cinturones vegetales rodeándolos, o al menos disponen de terrazas y azoteas arbustivas. Lo que tiene de especial nuestro cilindro verde es que esta lleno de sorpresas y posibilidades. A parte de las frutas y alimentos que producen de forma permanente, o de la biomasa energética que aporta, es un espacio de esparcimiento y entrenamiento físico-vital.

Mi intención es ir ascendiendo en espiral hacia la última planta, por varios de sus circuitos de aventura. Empiezo a trotar despacio por el túnel de footing. Luego penetro en la galería de obstáculos, saltando y haciendo equilibrios sobre troncos. Tras usar un par de toboganes y unas escaleras de mano hechas con troncos y lianas, entro en la zona de aventuras. Me acoplo el arnés, y me tiro por las primeras tirolinas, que atraviesan por arriba algunas zonas de oficinas transparentes. Luego voy ascendiendo por el rocodromo, pegandome a la pared y reptando como una araña. Me encanta sentir unida la energía y la labor profesional de nuestra comunidad humana, con la vitalidad corporal que despertamos en estos circuitos verdes.

Me quito el arnés, y gateo por el laberinto tropical, escuchando el canto de las aves que anidan en él. este circuito es un misterio, cada día que lo recorro me parece diferente, cambiante y excitante. Muchas tardes, me traigo a mis hijos para compartir las aventuras. Yuli a veces se apunta, junto con algunas familias amigas. Es frecuente que nos hagamos algún raspón, aunque por lo demás, todo es bastante seguro.

Al rato, consigo ascender a la azotea. Me encanta observar el paisaje desde allí. La tarde esta bastante avanzada, y el sol ya no calienta tanto. Me siento un rato en la hierba, con los pies en el vacío. Sigo teniendo algo de vértigo. Observo mi miedo, como actúa en mi cuerpo. Fantaseo con la caída, y me conecto con la muerte. Noto mi fuerte voluntad de vivir, y como el miedo me ayuda a conectarme con ella.

Siento otro impulso. Estamos creando en algunas partes de la ciudad, una red de tirolinas entre edificios, para la comunicación de personas, y también de esparcimiento. El observatorio ya tiene un par de cables flexibles conectados a uno de los edificios de la digitodiversidad. Uno de ida y otro de vuelta. Tiene una altura alucinante, y un recorrido total de casi un kilómetro. Aun no lo he probado. Observo como de mi miedo, emerge el valor. Me acerco a su punto de partida. En un panel interactivo, veo el pequeño vídeo de consejos para el primer salto. Me acoplo el arnés espacial, con varios sistemas de seguridad, y me acerco al borde. Me preparo para saltar. Mi corazón late con fuerza. Siento mucho nerviosismo. El miedo empieza a apoderarse de mi. El valor también esta ahí. Aparece mi lucha interna. Soy consciente de mi resistencia. No salto.

Me alejo del borde y me quito el arnés. Voy calmándome. Observo mis voces internas. Hay una que se siente defraudada, otra voz que tiene mucho miedo, otra que ríe con calma y me avisa de que soy un ser humano con contradicciones. Y no son mis únicas voces. Hace años la guerra interna hubiera durado horas. Ahora, desde mi apertura y centramiento, hay como una comprensión de que yo no soy en profundidad todo ese lio de voces, y que todo cambia a cada instante. Y que en ese devenir del universo, mi vida y mis circunstancias personales es solo un pequeño resplandor momentáneo. Un bello chispazo de luz, que nace, crea y muere.
Continuara... 
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Relato futurista, sobre sociedad, tecnología y desarrollo humano. Cada viernes publico un nuevo capítulo. Puedes ver todos los publicados en este enlace con los episodios de Los Magos de la Noosfera 2020. Para quien tenga interés, subrayo los aparatos tecnológicos que se me ocurren y algunas utopías.

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